Esta teen japonesa se ha quedado a solas con su tío y lo que no saben sus padres es que el hombre la está follando cada vez que puede. En poco tiempo ha introducido a su sobrina en el sexo y la ha convertido en una folladora compulsiva que siempre está dispuesta a abrir su pequeño y apretado chochito para que la penetre. Ella, con toda su inocencia, deja que el hombre lleve la iniciativa y obedece cuando le dice que se la chupe o cuando le pide que se ponga a cuatro patas para que la folle duro. Al final le suelta toda la corrida encima para que pruebe su leche.