El padre viola a su hija cada día, y es que una tarde le dio la locura y como su hija no se resiste le ha pillado el vicio. Además la hija está más buena que el pan, tiene unas impresionantes y aunque no le gusta mucho que su padre la folle igualmente se acaba mojando como una perrita. OMG!. Así que el hombre la persigue por toda la casa y en cuanto la madre se va a hacer alguna tarea viola a su hija. Sin más, sin compasión, ¡el cuerpazo de la chiquita es una maldita tentación y su padre un pecador!.