Mi sirvienta es una latina muy proactiva y le gusta cumplir con todas mis demandas. En esta ocasión le pido que me compazca con una follada y ella acepta hacerlo por un pago justo ¡Por Dios que culo! La verdad, hace mucho quería comerme ese culo gordo, pero no había tenido la oportunidad. Disfruto tanto con este culo que no me queda leche, mi polla gorda queda satisfecha y mis bolas vacías de tanto follármela.