Cheryl Ríos se ha pasado de beber en una fiesta y ha quedado para el arrastre. Se va al baño y se queda sentada y traspuesta en la taza del váter. Posiblemente se habría quedado ahí dormida si no hubiera sido porque un tío se la encuentra con los ojos cerrados, se saca la polla y la comienza a manosear por todo el cuerpo. Al ver que no se resiste, la levanta, la apoya de espaldas contra la pared y le mete la polla en el coñito. La guarra se llega a medio despertar, pero no está en condiciones ni de saber cómo se llama.