Estos cabrones están fuera de control, violan a una inocente colegiala en el autobús y la dejan allí tirada llena de leche. Saben que las autoridades no tienen capacidad para controlar tantos delitos y se pasan el día en busca de una nueva victima. A ellos les excita violar a jóvenes inocentes, si son vírgenes aún mejor, les gusta robar esa inocencia. ¿¡Se puede ser más hijo de puta?!. Pues si amigos, la colegiala está rodeada de pollas y no tiene forma de escapar, ahora debe chupar como una buena putita y rezar para que acabe pronto. Uh...