Aquí tenemos a una ama de casa que no pierde el tiempo, pone los cuernos a su marido con el fontanero y no le entra ningún cargo de conciencia. Lo cierto es que pasarse el día sola en casa mientras el marido va a trabajar y hace amistades debe ser muy aburrido. Por eso yo respeto bastante a estas mujeres que se hacen cargo de su casa y de sus hijos. Las respeto tanto que entiendo que entiendo que de vez en cuando se tenga que follar al fontanero. Al fin y al cabo, una vida entera dedicada a la casa es demasiado aburrido, ¡ole su coño!.